viernes, 9 de marzo de 2012

No todos los niños movidos son hiperactivos

Es más común de lo que se cree. Muchas veces, menos problemático de lo que parece. Y se pueden cometer errores a la hora de su diagnóstico. Hablamos del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).

El término hiperactivo se encuentra algo desvirtuado actualmente, puesto que muchas veces nos referimos con esa expresión a alguien que tiene mucha energía, es muy activo, nervioso, y aplicado a l@s niñ@s, a l@s que son muy ‘movid@s’. Y aunque este trastorno tiene que ver con la impulsividad y el carácter inquieto, en realidad está relacionado con problemas de atención y exceso de actividad física y repercute directamente en la responsabilidad y el rendimiento escolar de quien lo padece, que a día de hoy, no son poc@s.

De hecho, es uno de los problemas psiquiátricos más frecuentes en niñ@s de edad escolar, aunque también es común en la adolescencia. Entre un 5% y 10% de los niñ@s sufren esta alteración neurológica (un trastorno del sistema ejecutivo del cerebro) que se inicia en la infancia. Es más fácil de observar entre los 4 y 5 años de edad, cuando nos encontramos con conductas muy impulsivas, de desobediencia y de rabietas frecuentes.

Es más habitual en chicos que en chicas (en una proporción de cuatro a uno) y hay que poner un especial cuidado en su diagnóstico porque precipitarnos y catalogar a un@ pequeñ@ con este problema y ponerle bajo el consiguiente tratamiento con medicamentos puede tener un impacto negativo importante en su salud ya que sus efectos secundarios incluyen problemas para dormir y de desarrollo.

Es por eso que l@s investigadores de este trastorno están pidiendo que antes de llevar a cabo un diagnóstico de TDAH, l@s maestr@s, médic@s y padres dediquen tiempo y esfuerzo a monitorizar detalladamente el comportamiento del menor tanto en el colegio como el el hogar.
A nivel familiar podemos estar pendientes de si nuestr@ peque suele cambiar de juego constantemente, de forma que parece que no sigue ningún orden; si no se entretiene mucho rato con ninguna actividad o si le cuesta trabajo obedecer. También si tiene dificultad para adquirir rutinas como lavarse los dientes y las manos, o incluso académicas, como tener los deberes hechos y ordenados. Si en clase suele levantarse de la silla o balancearse en ella, hacer ruidos con la boca o contestar de forma precipitada al profesor. Todos estos rasgos pueden indicar algo, pero insistimos en que la precipitación o exageración conlleva sus riesgos. Este es un trastorno más relacionado con la atención y concentración en las tareas o el desinterés y la impaciencia y no tanto con la impulsividad y el movimiento (tod@s conocemos a crí@s que no paran quietos pero esto no significa que tengan dificultades para el aprendizaje).

Además, ahora acabamos de saber que el mes en el que nazca un niñ@ también puede influir en que tenga más posibilidades de ser (mal) diagnosticado como hiperactiv@, cuando en realidad lo que sucede es que su compañer@ de pupitre es 12 meses mayor que él/ella y las diferencias en cuanto a madurez son evidentes y lógicas. Así, l@s más pequeñ@s de la clase son a menudo sobrediagnosticad@s con el TDAH, según un amplio estudio de la universidad canadiense de British Columbia. En esta investigación han utilizado una muestra de casi un millón de niñ@s de seis a 12 años que ha arrojado importantes conclusiones: entre 1997 y 2008, l@s niñ@s nacid@s en diciembre tenían un 39% más de posibilidades de ser diagnosticados con TDAH que sus compañer@s de enero. Un sobrediagnóstico que se tradujo en un 48% más de uso de fármacos para tratar esta hiperactividad.

Asimismo, estos datos se unen al hecho de que los síntomas del TDAH son similares a varias patologías psiquiátricas, por lo que hace aún más delicadamente necesario un análisis exhaustivo por parte de los especialistas. Como primer paso, nosotras queremos facilitaros esta herramienta, AULA. Es un test de evaluación que emplea la realidad virtual para facilitar el diagnóstico del (TDAH) y ha sido desarrollado por Nesplora en colaboración con el Grupo de Neuropediatría de la Clínica Universidad de Navarra. Este test tiene un 95% de sensibilidad (el porcentaje de lograr un diagnóstico acertado) y ya ha sido utilizado con más de 2.500 niñ@s.

En resumen, toda esta información supone una llamada de atención muy importante para padres, madres, profesor@s, orientador@s y cualquier adulto que trate con niñ@s y pueda cometer el error de colgar una etiqueta sobre su desarrollo que a la larga se convertirá en un peso.

¿Cuál es vuestra opinión? ¿Creéis que una buena solución podría ser separar a l@s niñ@s nacid@s de enero a junio de l@s nacid@s en el segundo semestre del año? ¿Os parece útil la herramienta AULA que os hemos facilitado? Ya sabéis que cualquier comentario será bienvenido.

jueves, 8 de marzo de 2012

Para ti, mujer

Estas letras de Julio César Pavanetti nos sirven para componer una preciosa dedicatoria a todas y cada una de las mujeres que, trabajadoras o no, hacen funcionar este mundo en el que aún queda mucho por pelear a favor de la igualdad. Todos los días son nuestros días, porque a cada momento nos sentimos orgullosas de ser mujeres, pese a que no nos lo pongan fácil.
Esperamos que os guste. ¡Va por vosotras!

Para ti, mujer abnegada, mujer trabajadora,
para ti, mujer, va hoy esta flor y mi canción.

Para ti, dulce, tenaz y sacrificada luchadora,
para ti, todo mi respeto y toda mi admiración.

Los diarios nos mencionan a mujeres famosas,
nombres grabados a fuego y oro en la historia.

Cantan loas a sus logros, a sus grandes cosas.
Nos hablan de sus virtudes y de sus memorias,

pero yo quiero cantarte a ti, silenciosa luchadora
que te levantas la primera, al atisbar los rayos del sol.

Mujer de mil nombres, de mil caras, de mil horas,
compañera en la lucha y con tiempo aun para el amor.

A ti, que día tras día vas al hospital, a la oficina,
al campo, a la fábrica, a la calle, al mundo a remar.

A ti, que aunque llegas a casa extenuada, rendida,
todavía guardas una sonrisa y reservas para amar.

Me viene este canto de lo más profundo de la vida,
acumulado estaba el homenaje a tan maravilloso ser.

Muchos versos había escrito, pero a ti te lo debía.

Madre, hermana, esposa, hija, compañera... MUJER

PD: Si preferís escucharlo en versión audio, aquí os dejamos la fuente del texto y un Podcast para que podáis poner voz a estas bonitas palabras.

lunes, 5 de marzo de 2012

Carta a todos los padres del mundo

Tod@s sabemos que l@s niñ@s no vienen precisamente con un manual de instrucciones bajo el brazo. Sin embargo, nosotras hemos encontrado esta preciosa carta que se acerca bastante a lo que podría ser una guía de esas características. De manera sencilla y clara, en este texto parece que podemos interpretar cuál es la mejor actuación a la hora de tratar con nuestros pequeños tesoros.

El que podría ser cualquier niño o niña del mundo se dirige a su papá y su mamá para ayudarles a que la tarea de su educación sea más fácil y sobre todo más exitosa. Seguramente a muchos 'novatos' os servirá de faro para entenderles mejor.
¡Esperamos que os guste y os resulte útil!

No me des todo lo que te pido.
A veces, sólo pido para ver hasta cuánto puedo coger.

No me grites.
Te respeto menos cuando lo haces;
y me enseñas a gritar a mí también.
Y... yo no quiero hacerlo.

No me des siempre órdenes.
Si en vez de órdenes, a veces me pidieras las cosas,
yo lo haría más rápido y con más gusto.

Cumple las promesas, buenas y malas.
Si me prometes un premio, dámelo;
pero también si es un castigo.

No me compares con nadie,
especialmente con mi hermano o mi hermana.
Si tú me haces sentirme mejor que los demás,
alguien va a sufrir;
y si me haces sentirme peor que los demás,
seré yo quien sufra.

No cambies de opinión tan a menudo
sobre lo que debo hacer.
Decide y mantén esa decisión.

Déjame valerme por mí mismo.
Si tú haces todo por mí,
yo nunca podré aprender.

No digas mentiras delante de mí,
ni me pidas que las diga por ti,
aunque sea para sacarte de un apuro.
Me haces sentirme mal
y perder la fe en lo que me dices.

Cuando yo hago algo malo,
no me exijas que te diga el por qué lo hice.
A veces ni yo mismo lo sé.

Cuando estés equivocado en algo, admítelo,
y crecerá la buena opinión que yo tengo de ti,
y así me enseñarás a admitir mis equivocaciones.

Trátame con la misma amabilidad y cordialidad
con que tratas a tus amigos.
Porque seamos familia
no quiere decir que no podamos ser amigos también.

No me digas que haga una cosa
si tu no la haces.
Yo aprenderé siempre lo que tú hagas,
aunque no me lo digas.
Pero nunca haré lo que tú digas y no hagas.

Cuando te cuente un problema mío,
no me digas "no tengo tiempo para bobadas",
o "eso no tiene importancia".
Trata de comprenderme y ayudarme.

Y quiéreme. Y dímelo.
A mí me gusta oírtelo decir,
aunque tú no creas necesario decírmelo.